11/4/10

Alta infidelidad: ¿con quién sí y con quién no?

Que gustais, golfos infieles de la noche y/o potenciales astadores, de leer lo que vuestro Entrenador, que os quiere, os aconseja para echar esa canita al aire que tanto deseais en el rincón más profundo y oscuro de vuestro ser.

Que gustais, voto a tal, porque lo dicen los números, que nunca mienten - esos a los que puede acceder el administrador de la bitácora-, empero, por vergüenza o pudor, os alejáis de la ventana de comentarios. Y a vuestro Entrenador, que como un padre quiere lo mejor para sus niños, se le da un ardite y, a pesar de esto, continúa con la labor de instrucción y adiestramiento de esta nuestra cantera del Loverpoolers. Y como los números hablan y dicen que lo que más os gusta es el rollo vikingo, aquí os traigo, pues, la nueva entrega de nuestro manual de infidelidad.

Vimos, en anteriores entregas, en qué estadios debemos tener nuestros encuentros, qué debíamos tener en cuenta antes de meternos en el meollo, cuál era la clave más importante a considerar y cómo actuar en la jornada en cuestión. Los Juniors más avispados, éstos que pronto pegan el salto del Racing al Madrid, ya divisan - o quizá lo han leído en el título- que vamos a hablar ahora de la chica con la que vamos a engañar a nuestras pobres señoras.

Debemos elegir a una dama discreta, de confianza y, sobre todo, estable emocionalmente hablando. Cuando jugamos un partidito de esta calaña debe estar untado desde el árbitro hasta el último de los recoge-pelotas. No podemos dejar ni un fleco suelto y, por esto, es de vital importancia poder confiar en la que va a vestir - mejor dicho, desvestir- la elástica de nuestro equipo.

- Entrenador, ¿nos está usted diciendo, entonces, que la chica debe saber que está formando parte de una infidelidad?

Exacto, joven canterano. Es fundamental que la chica sepa dónde está y dónde se está metiendo (o qué se está metiendo, más bien). ¿Habrá muchas, que al saberlo, rechazarán nuestra oferta? La mayoría, de primeras, nos rechazará, pero, en realidad, y dependiendo de la destreza del launcher, al final sólo a unas pocas esto les supondrá un problema. Apuntad, niños, locución clave: "tú no estás haciendo nada malo. El que lo está haciendo, en todo caso, soy yo. Es mi problema y ya veré lo que hago. Si me arriesgo, es porque creo que merece la pena pasar una noche contigo".

Ojo señores. Nunca, nunca, nunca, nunca, se os ocurra mentir o prometer lo que no tenéis intención de ofrecer. Desde el momento en el que somos infieles, esta chica nos tiene cogidos por los yarblocos (LI-TE-RAL), así que más vale tenerla contenta para no tener ningún numerito difícil de arreglar.

Bueno, y si ella se encuentra en nuestra misma situación -y puede perder tanto como nosotros si nuestros movimientos salen a la luz- mejor que mejor...

11 comentarios:

Art. dijo...

Por no hablar de que cualquier mujer medianamente inteligente automáticamente se abstendrá de intentar una relación a largo plazo con alguien que se declara abiertamente toreador. Un plus, siempre y cuando no nos dejemos pillar por la chica.

David dijo...

Señor Entrenador, ¿recomienda usted alguna tactica a emplear en aquellos partidos en los que la dama duda si cometer o no una infidelidad? Y,en caso de haber cometido ella dicha infidelidad con un inmediato arrepentimiento por su parte, ¿existe algun metodo de conviccion/persuasion para seguir con el juego sin demasiados quebraderos de cabeza para ninguno de los equipos?

Entrenador dijo...

@ Art. Estoy de acuerdo contigo. Punto por punto.

@David. Veo que te adentras en el mundo de la errantería (ver "el caballo errante" y "la triste vida del amante"). Normalmente, cuando alguien duda en cometer una infidelidad o no, lo mejor es no dejar ni pensar, coger las riendas y dar ese paso inicial que el corneador no se atreve a dar - a veces no se sienten tan mal si "no han empezado" o más bien flaquean sus votos nupciales. Ser descarado, lanzado y confiado -importante la firmeza, no titubear- hará que decaigan en el lado del mal, el nuestro. Respecto al arrepentimiento no podemos hacer más que asumirlo como uno de los riesgos de meternos en una familia. Estamos metiendo cabeza (nunca mejor dicho) en una pareja y es relativamente normal que haya remordimientos al día siguiente, quizá tan grandes que dicha persona no quiera volver a vernos, pero qué se le va a hacer, sabíamos a lo que nos arriesgamos y, oye, que nos quiten lo bailao...

Angel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Angel dijo...

Al 99% de las chicas no les importa que tengas novia (por mucho que juren lo contrario), te quieran para una noche o para una relacion estable. De hecho, yo creo que hasta se sienten mas orgullosas porque les hace sentirse "superiores" a tu novia ("..pobrecilla, no sabe que se esta acostando conmigo, vive enganyada...") y en el fondo de su ser confian en que la dejaras por ellas.

En fin...

Entrenador dijo...

Amén hermano

Anónimo dijo...

Ya no publicamos??? :(

Enrique Delgado Seseña dijo...

visiten mi blog: http://cronicasydeporte.blogspot.com

Rafa Mora dijo...

No hay nada más gracioso que un friki que intenta escribir en castellano del Siglo de Oro yendo de promiscuo sexual...

Entrenador dijo...

@ Rafa Mora:

Sí que lo hay, querido compañero: leer un comentario de un friki que intenta mostrarse sarcástico tras leer lo que tú escribes entre las sábanas de una nueva conquista.

Anónimo dijo...

Gooooooool del entrenador

Publicar un comentario