28/11/09

"¿Hola? Soy el chico de anoche..."

Que debemos esperar al menos 48 horas para llamar a una chica que hemos conocido, dicen algunos. Pues bien, estos algunos- apostaría mis últimos maravedíes- no se comerían una mierda en España ni llevando el mejor de sus trajes.

Y es que, en estos tiempos actuales, quien no corre, vuela, y ave que vuela, a la cazuela y no estamos para desperdiciar buenas oportunidades sólo por demostrar nuestra masculinidad. Una chica en el mercado dura lo que un jersey de punto en las rebajas y esta supuesta cuarentena es más que suficiente para que la chica haya encontrado a otro avispado cazador, haya vuelto con su ex-novio o, simplemente, ya no le resultemos tan interesantes como el día en que nos conoció (recuerden vuestras mercedes el Efecto Zorro).

Como bien decía Gustavo Adolfo:

¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!


Precioso... Ahora borrad esta memez de vuestras cabezas y grabaos a fuego que mostrar interés no tiene nada de malo y que vuestro Entrenador, que os habla y ama, os aconseja que, si os apetece y tenéis oportunidad, intentéis concretar una cita al día siguiente (ya tenemos al rival contra las cuerdas, démosle de metafóricas ostias hasta que caiga al suelo). Si la chica está interesada por vosotros, aceptará la cita y, en el caso de no poder ese día, os propondrá alternativa. Aquí viene un detalle importante, intentad concretar la cita y no dejéis que os den largas. En ese caso, no insistáis más y dad el partido por perdido- no confundáis interés con acoso.

Qué buenas tardes de domingo...


16/11/09

Alta infidelidad 2: Discreción

Que no se trata esto de clamar a bombo y platillo el nuevo fichaje que traemos bajo el brazo si nos votan presidente. Y es que, una vez nos movemos por estos terrenos pantanosos del manglar de la infidelidad, debemos cuidarnos de tener el hermetismo de un submarino y mantener la boca cerrada como si por un stage de película porno estuviéramos pasando. Aquí no hay amigos ni confidentes, y si los hay, que deje de haberlos, porque no hay mayor traidor, cotilla y bocazas que el ego de uno mismo.

Que el fardar quede en la soltería.
Ahora que vives lustroso en el adulterio
envuélvete en naturalidad pero con misterio
que no sepa nadie de tus gestas y correrías.


Deberemos también eliminar cualquier detalle indicativo del engaño (un chupetón no es un detalle, es un piscinazo), eliminando mensajes, llamadas y correos (haced uso del camuflaje de identidad en los móviles) e incluso eliminar cualquier rastro biológico que podamos tener en nuestro cuerpo: cabello, restos de maquillaje y aromas, mediante una concienzuda ducha tras la cita y un buen cepillado y repaso de nuestros ropajes.


Que Horatio es un mindundi al lado de una novia con la mosca tras la oreja...




15/11/09

Alta infidelidad 1: Introducción

"Si vas a hacerlo, hazlo bien", como decía la madre al hijo vegetariano en su primer bocado de carne (que ya podía haber sido de serrano y no de York, ciudad preciosa pero de pobre gastronomía). Y es que, pequeños futuros astadores, aunque no comparta la decisión que habéis tomado de adentraros en una relación oscurecida por la sombra de la mentira, como mentor y guía sentimental vuestro, me siento en la obligación de aconsejaros en esta ardua y difícil tarea.

Antes de comenzar con este (sucio) tutorial, dividido en varias secciones que iré publicando durante las próximas semanas, me gustaría resaltar los siguientes puntos:

- No intento lanzar a nadie al adulterio. Así que rogaría que no me salpicara ninguna china de la lapidación.

- La infidelidad no es un juego, por más divertida o excitante que pueda parecer (o ser). Somos personas adultas y, como tales, debemos ser conscientes y responsables de nuestras acciones y de los posibles perjuicios que podemos provocar con nuestro comportamiento.

- Si no estáis preparados psicológica, moral y emocionalmente, no lo hagáis. No hay mayor injusticia que el arrepentimiento y la confesión, pues no busca sinceridad, sino la exculpación y expiación de los pecados propios y acallar esta voz que nos taladra en la conciencia diciéndonos que algo hemos hecho mal. La confesión es agoísta y debemos evitarla, asumir nuestro sentimiento de culpa y aguantar nuestra penitencia interiormente.

- No existe justificación alguna para una infidelidad. La única forma de eximirse (y la más valiente) es rompiendo la cláusula de rescisión, pudiendo así negociar con otros equipos con la completa libertad que tiene el no tener ficha. Todo lo que no sea hacerlo por esta vía provocará el revuelo y los pitos merecidos por parte de la afición si se enteran de tus movimientos.

Una vez ha quedado claro todo esto, os invito, Figos míos, a leer próximas entregas de la Guía para el jugador atado, que comenzarán mañana.


8/11/09

Tu mala educación

Qué ampliamente conocida es, en Europa y en el mundo, la falta de maneras que destilamos en la piel de toro. Somos un país de muchos ponmes, dames, oyes y tues, y pocos porfavores, disculpes, gracias o ustedes. Zafios que claman a voces por una caña y patanes que la lanzan contra la barra. ¿Dónde quedó el apretón de manos, el intercambio de banderines y el "suerte compañero, que gane el mejor"? Según parece, en el siglo XVI de vuestro señor (el que lo tenga) y en Sudamérica (la cortesía hecha continente).

Es por esto que, en este entorno tosco, rudo y vulgar, un auténtico gentleman puede, con facilidad, sumarse unos puntos en carisma, misterio y caballerosidad, nada más que usando un par de palabras mágicas.

Habla, joven Casanova, con tono suave, pausado y grave (no tires de garganta que es desagradable y estresante), cede el paso al entrar a establecimientos (no solo a tu chica, sino a cualquier persona), acompaña, de vez en cuando, tus saludos, peticiones o sugerencias con una sonrisa, usa el gracias y el por favor y formula tus cuestiones y peticiones indirectamente y en condicional, tanto con gente cercana como anónima ("¿Le importaría indicarme dónde se encuentra la estación, por favor?").

Lo mejor es que no sólo dejarás buena impresión allá donde vayas, sino que te sentirás realmente bien contigo mismo cada vez que lo hagas.

Gracias por pasaros por mi humilde Estadio del Amor.

4/11/09

Lovercinema: "La historia completa de mis fracasos sexuales"

Hoy tenemos clase práctica. Y no, no os empecéis a calzar vuestras medias de látex que no es lo que pensáis a lo que me refiero, sino a que vamos a ser espectadores y aprendices de una serie de enseñanzas que el séptimo arte nos puede aportar. Fijense que arte está en negrita y es por esto que, si alguno ha tenido la desfachatez de hacerlo, debéis inmediatamente eliminar de vuestra cabeza cualquier película romanticona hollywoodiana.

La película documental que os animo a ver os servirá de ejemplo de todas las miles de cosas que no hay que hacer en una relación: "La historia completa de mis fracasos sexuales" de Chris Waitt.

En esta obra autobiográfica en primera persona, el director y protagonista, intentará, con más o menos éxito, ponerse en contacto con todas sus antiguas novias y relaciones para entrevistarlas y preguntarles los motivos de sus rupturas. Como detalle curioso y prueba de que éste no es un ejemplo al que debáis seguir, es que todas y absolutamente todas le dejaron a él, de todas las posibles maneras: teléfono, correo electrónico, mensaje en el contestador,... incluso una de ellas escribió un libro en el que al personaje del novio - un ser repugnante que olía mal - le asesinaban brutalmente.

Aunque el film a veces roza el esperpento y la autohumillación buscada a propósito, no deja de ser una película altamente recomendable y divertida. A los buscadores de detalles extraños en películas os reto a que encontréis una bandera republicana en el film, rodado éste en Escocia.

El momento que más me ha marcado del film es cuando una chica en la calle, acompañada por el director le pregunta a unos chavales:

- ¿Por qué creeis que le dejan todas sus novias a este hombre?

Los cuales contestan:

- Porque necesita cortarse el pelo, afeitarse la barba y vestirse mejor

A mí me ha hecho plantearme muchas cosas de mi vida...

En fin, jóvenes Juniors, os recomiendo encarecidamente que veáis este ejercicio de reflexión de este director, realizador al que desde ahora mismo odio con todas mis ganas por haber llevado a cabo la película que me hubiera gustado rodar a mí (aunque es cierto que doy gracias de que me hayan ido un poco mejor las cosas).

PD: podéis ver el documental en Películas Yonkis, con doblaje de Ángel Martín.