27/3/10

Überraschungsei


No hay mayor satisfacción en esta vida que descubrir que tu ex se ha convertido en un croco (sigue sin convencerme la palabra orco. Demasiado soez, ¡por amor de Sauron!), que está saliendo con un panoli o ambas cosas a la vez.

Y es que, jóvenes arcabuceros, es de estos pequeños placeres de los que está compuesta la felicidad. Acompañados, claro está, de nuestros partiditos de liga de todos los fines de semana (sea en terreno propio o en el del visitante). No olvidemos, pardiez, nuestra meteórica carrera de launchers en busca del pichichi. Que no solo de maldad vive el hombre...

La mayoría de las veces, que no todas, con este rollo de los pequeños placeres y demás por bandera, algunos juniors gustan de dar "sorpresas" a sus amadas y presentarse en un lugar y momento indicado sin previo aviso.

Amigo, se nota que en esto eres nuevo
cuando te metes en estas piñas
la sorpresa no es para la niña
sino para el que sale del huevo


Que te puedes encontrar con situaciones no agradables, que la chica esté ocupada y no pueda atendernos o con la característica cara de quéhacesaquímalditopsicópata, vaya. Esto es en el caso de relaciones no muy serias. Pero, en el caso de relaciones ya establecidas, ¿qué pretendes al dar la sorpresa? ¿No sería igual de satisfactorio llamar una horita antes, o el día antes, según la distancia a la que nos encontremos, para avisar de nuestras intenciones? La alegría de la chica va a ser la misma.
El problema es que la experiencia dice que el 90% de estas visitas "sorpresa" vienen acompañadas con un trasfondo de celos o desconfianza. De esta manera encubrimos fácilmente, bajo el paraguas del romanticismo, una sucia jugada de averquémeencuentro. ¿Es por celos? Os odio, así os parta un rayo.

14/3/10

Dar pataditas

Homo sum, humani nihil a me alienum puto. Hombre soy, nada humano me es ajeno. ¿Pedante? Sí. ¿Culto? Todo lo que la Wikipedia me deja. Y es que, camaradas del cortejo, uno debe buscar fuentes de inspiración para trabajar en lo suyo, aunque sea de manera forzada. Con calzador. Porque la inspiración no viene sóla y uno debe beber de la experiencia propia, pero también de los grandes maestros, y sobretodo, ejercitar su labor antes de enfrentarse al tema, al asunto, al cotarro.

Porque si uno no se mantiene en forma, no alcanza luego el nivel, y, fuera de temporada, si no se tiene oportunidad de entrenar con compañeras, no está de más entrenarse uno por su cuenta. Irse a correr al campo, hacer unas abdominales, dar unas pataditas... Hay que estar bien preparado en cardio, tempo y savoir faire y tener siempre a punto el tono para luego rendir en el terreno de juego, dar el 100% contra el rival, salirse del pellejo y que lo saquen a uno por la puerta grande. Que no eres Cristiano Ronaldo, no, pero acabas de meter y te sientes grande.

Y eso se consigue con el autoamor - mal indignificado frecuentemente- siempre enfocado al autoconocimiento y a la mejora de nuestras condiciones físicas, que el placer - que no es malo, sino todo lo contrario- ya viene solo.

Mucha muñeca hermanos, mucha muñeca...