Que debemos esperar al menos 48 horas para llamar a una chica que hemos conocido, dicen algunos. Pues bien, estos algunos- apostaría mis últimos maravedíes- no se comerían una mierda en España ni llevando el mejor de sus trajes.
Y es que, en estos tiempos actuales, quien no corre, vuela, y ave que vuela, a la cazuela y no estamos para desperdiciar buenas oportunidades sólo por demostrar nuestra masculinidad. Una chica en el mercado dura lo que un jersey de punto en las rebajas y esta supuesta cuarentena es más que suficiente para que la chica haya encontrado a otro avispado cazador, haya vuelto con su ex-novio o, simplemente, ya no le resultemos tan interesantes como el día en que nos conoció (recuerden vuestras mercedes el Efecto Zorro).
Como bien decía Gustavo Adolfo:
¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
Precioso... Ahora borrad esta memez de vuestras cabezas y grabaos a fuego que mostrar interés no tiene nada de malo y que vuestro Entrenador, que os habla y ama, os aconseja que, si os apetece y tenéis oportunidad, intentéis concretar una cita al día siguiente (ya tenemos al rival contra las cuerdas, démosle de metafóricas ostias hasta que caiga al suelo). Si la chica está interesada por vosotros, aceptará la cita y, en el caso de no poder ese día, os propondrá alternativa. Aquí viene un detalle importante, intentad concretar la cita y no dejéis que os den largas. En ese caso, no insistáis más y dad el partido por perdido- no confundáis interés con acoso.
Qué buenas tardes de domingo...
Y es que, en estos tiempos actuales, quien no corre, vuela, y ave que vuela, a la cazuela y no estamos para desperdiciar buenas oportunidades sólo por demostrar nuestra masculinidad. Una chica en el mercado dura lo que un jersey de punto en las rebajas y esta supuesta cuarentena es más que suficiente para que la chica haya encontrado a otro avispado cazador, haya vuelto con su ex-novio o, simplemente, ya no le resultemos tan interesantes como el día en que nos conoció (recuerden vuestras mercedes el Efecto Zorro).
Como bien decía Gustavo Adolfo:
¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
Precioso... Ahora borrad esta memez de vuestras cabezas y grabaos a fuego que mostrar interés no tiene nada de malo y que vuestro Entrenador, que os habla y ama, os aconseja que, si os apetece y tenéis oportunidad, intentéis concretar una cita al día siguiente (ya tenemos al rival contra las cuerdas, démosle de metafóricas ostias hasta que caiga al suelo). Si la chica está interesada por vosotros, aceptará la cita y, en el caso de no poder ese día, os propondrá alternativa. Aquí viene un detalle importante, intentad concretar la cita y no dejéis que os den largas. En ese caso, no insistáis más y dad el partido por perdido- no confundáis interés con acoso.
Qué buenas tardes de domingo...
